La personalidad de Kant
1.
"Kant era de complexión enfermiza y de menos que mediana estatura. Su pecho estaba hundido, como puede verse en algunos de los retratos que de él se conservan.
2.
En su pequeña cabeza sorprendían su frente ancha y arqueada y la penetrante mirada de sus ojos azules. Su cabello era rubio, fresco el color del rostro y todos sus sentidos finos y muy despiertos aun en los últimos años de su vida. Su voz era débil, pero capaz de grandes esfuerzos. El espíritu dominaba y gobernaba en absoluto este cuerpo enfermizo. En una pequeña obra, testimonio de su energía y de su tenacidad, nos habla de la manera como se sobreponía a su dolencia. La regularidad y la sencillez de su vida sostuvieron aquel organismo enfermizo y previnieron una grave enfermedad.
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